DOCTRINA POLÍTICA EN LA OBRA DE SAN ISIDORO

 

Etimologías, I, XXIX:

3. Las etimologías unas veces proceden de la causa, como Reges (Reyes) a recte regendo (de obrar rectamente 

 

Etimologías, I, XXXI:

1. Diferencia es una especie de definición que los escritores de artes llaman de uno y de otro... por ejemplo, se busca qué sea rey y tirano, y definido por diferencia, se dice: el rey es modesto y morigerado (modestus et temperatus), el tirano es cruel.

 

Etimologías, IX, III:

1. La palabra reino viene de rey; pues como rey viene de regir, así reino viene de rey.

4. La palabra rey viene de regir (reges a regendo); pues como sacerdote viene de santificar, así rey viene de regir, y no rige el que no corrige (non autem regit qui non corrigit). Los reyes, pues, conservan su nombre obrando rectamente y lo pierden pecando (Recte igitur faciendo regis nomen tenetur, peccando amittitur); de aquí aquel proverbio entre los antiguos: Rex eris si recte facias; si non facias, non eris (Serás rey si obras rectamente; si no obras así, no lo serás).

5. Dos son las principales virtudes reales: la justicia y la piedad (iustitia et pietas), y más se alaba a los reyes la piedad que la justicia, que de por sí es severa.

19. Tiranos en griego significa lo mismo que en latín reges, reyes, pues entre los antiguos no había distinción entre rey y tirano (nam apud veteres inter regem et tyrannum nulla discretio erat), como dice Virgilio (Eneida,7,266): Pars mihi pacis erit dextram tetigisse tyranni (Tendré parte de la paz por haber tocado la diestra del tirano) Pues los reyes duros se llaman tiranos, de tiro, que significa fuerte; de ellos dice el Señor (Prov.,8,15): Per me reges regnant et tyranni per me tenent terram (Por mí reinan los reyes y los tiranos por mí ocupan la tierra).

20. Pero después se le dio el nombre de tirano a los malos e ímprobos reyes, que se dejaban llevar por sus deseos y ejercían un dominio cruel sobre los pueblos (Jam postea in usum accidit, tyrannos vocari pessimos atque improbos reges luxuriosae dominationis cupiditatem, et crudelissimam dominationem in populis exercentes).

 

En: San Isidoro, Etimologías, Trad. de Luis Cortés y Góngora, BAC, 1951, Madrid, pp. 27-28 y 225-226. Véase tb. Orlandis, J., El Poder Real y la Sucesión al Trono en la Monarquía Visigoda, Estudios Visigóticos, III, 1962, Roma- Madrid, p. 15 y s.