SITUACIÓN PRIVILEGIADA DE BIZANCIO SEGÚN POLIBIO
(s. II a.C)
Los Bizantinos habitan un territorio que por el lado del mar goza de la posición más favorable que se pueda imaginar, tanto para las necesidades de la defensa como para la prosperidad de los habitantes, mientras por el lado de tierra se halla en una posición muy desafortunada. Por el lado del mar dominan la entrada del Ponto, de manera que ninguna nave puede entrar o salir sin su consentimiento y los bizantinos son dueños de los múltiples productos necesarios para la vida que el Ponto posee. Las tierras del interior del Ponto son ricas en géneros de primera necesidad, como ganado y esclavos en gran número, y además producen en cantidad mercancías de lujo como miel, cera y pez salado. De los productos que se dan en exceso en nuestras regiones importa aceite y toda suerte de vinos. Tienen además un gran comercio de exportación e importación de trigo. De todos estos productos los griegos estarían privados o no podrían comerciarlos sin pérdidas, si los bizantinos quisiesen causarles perjuicios y hacer causa común con los gálatas, o, peor todavía, con los tracios, o aún más, con sólo no habitar aquella región. En efecto, por lo estrecho de la pasada y la muchedumbre amenazadora de los bárbaros, para nosotros sería cosa imposible navegar en el Ponto.
También los mismos bizantinos sacan ganancias de las características de los lugares que habitan. En efecto, pueden exportar sus productos superfluos, e importar aquello de que tienen necesidad sin dificultad ni peligro: los demás, como ya dijimos, obtienen por su medio grandes ventajas. Por tratarse de los benefactores de todos, es justo entonces que tengan de los griegos no sólo su gratitud, sino ayuda y apoyo en caso de una lucha contra los bárbaros.
Dado que muchos no conocen las características ni la afortunada posición de estos lugares, por encontrarse algo alejados de los sitios que suelen visitarse, y todos deseamos conocer esas características y ver con nuestros ojos las regiones que presentan alguna particularidad desacostumbrada, o por lo menos tener de ellos una idea y una imagen los más fieles que sea posible, será oportuno hablar de la naturaleza del lugar y de las regiones que hacen tan feliz la posición de Bizancio.
Polibio, Historias, IV, 38, Trad. de G. Godoy