CORONACIÓN DE CARLOMAGNO (800)
Ese mismo año (799), unos romanos emparentados al bienaventurado Papa Adriano, se amotinaron contra el Papa León y habiéndose apoderado de él, le vaciaron los ojos. No pudieron, sin embargo, cegarlo completamente ya que, llenos de piedad por él, le perdonaron. León huyó entonces donde Carlos, rey de los francos, que castigó duramente a los enemigos del Papa y restableció a este último en su sede: en ese momento Roma cayó bajo el poder de los francos, y así seguirá estándolo. En recompensa, León coronó a Carlos emperador de los Romanos en la Iglesia del Santo Apóstol, lo ungió con óleo desde la cabeza a los pies, lo vistió además con los vestidos imperiales y le impuso la diadema, el 25 de Diciembre, indiction IX (800).
(Teophanes, Cronographia, Ed. Migne, Patrologie Grecque, t. CVIII, col. 952, en: Folz, R., Le Couronnement Impérial de Charlemagne, Gallimard, 1964, Paris, p. 282. Trad. del francés de José Marín R.)