HINCMAR DE REIMS: CUAN DISTINTAS SON LA POTESTAD REAL Y LA AUTORIDAD PONTIFICIA (881)

 

 

En realidad son distintos el poder de los reyes y la autoridad de los pontífices. Uno pertenece al oficio sacerdotal y otro al ministerio real. Como se lee en las Sagradas Escrituras, el mundo se rige por dos poderes: la autoridad de los pontífices y el poder real. Solamente Nuestro Señor Jesucristo pudo ser a la vez rey y sacerdote. Después de la Encarnación, Resurrección y Ascensión al cielo, ningún rey se atrevió a usurpar la dignidad de pontífice ni ningún pontífice el poder real, sus dignidades y sus actuaciones fueron separadas por Cristo, de modo que los reyes cristianos necesitan de los pontífices para su vida eterna y los pontífices se sirven en sus asuntos temporales de las disposiciones reales, de modo que la actuación espiritual debe verse preservada de lo temporal y el que milita por Dios no debe mezclarse en los asuntos temporales y al contrario no debe parecer que preside los asuntos divinos el que está implicado en asuntos temporales.

Es superior la dignidad de los pontífices a la de los reyes, porque los reyes son consagrados en su poder real por los pontífices y los pontífices no pueden ser consagrados por los reyes. Además, la carga de los sacerdotes es más pesada que la de los reyes, pues deben dar cuenta ante el juicio divino incluso de las personas de los reyes. Y en los asuntos temporales es tanto o más pesada la carga de los reyes que la de los sacerdotes, puesto que este trabajo les ha sido impuesto para honor, defensa y tranquilidad de la Santa Iglesia, de sus rectores y ministros, por el rey de los reyes. Y como leemos en las Sagradas Escrituras (Deut. XVII), cuando los sacerdotes ungían a los reyes para el gobierno del reino y colocaban en su cabeza la diadema, ponían en sus manos las leyes para que aprendiesen cómo debían regir a sus súbditos y honrar a los sacerdotes...

 

Hincmar, Capitula Synodo Apud S. Macram..., en: Migne, Patrologia Latina, t. CXXV, c. 1071, en: Imbert, J., Histoire des Institutions et des Faits Sociaux, P.U.F., 1957, Paris, p. 371; Lo Grasso, I., Ecclesia et Status, Fontis Selecti, Historiae Iuris Publici Ecclesiatici Romae, Apud Aedes Pontif., 1952, Universitatis Gregorianae, pp. 101 y s.; Artola, M., Textos Fundamentales para el Estudio de la Historia, Biblioteca de la Revista de Occidente, 7, 1975, Madrid, pp. 38 y s. v. Antoine, C., Martínez, H., Stambuk, M., Yáñez, R., Relaciones entre la Iglesia y el Estado desde el Nuevo Testamento hasta el tratado De La Monarquía de Dante, Memoria Inédita, Academia Superior de Ciencias Pedagógicas, 1985, Santiago, p. 329.