EXHORTACIÓN DE DHOUDA, ESPOSA DE BERNARDO, MARQUÉS DE SEPTIMANIA, A SU PRIMOGÉNITO GUILLERMO (843)
Advertencia relativa a tu señor.
Puesto que Dios y tu padre Bernardo han escogido a Carlos, tu señor, para que le sirvieras en la flor de tu juventud, conserva lo que posees por tu raza, ilustre por ambas líneas. No sirvas únicamente de modo tal que sólo plazcas a los ojos de tu amo, sino en toda ocasión manténle en plenas facultades, a su servicio, una fe intacta y cierta de cuerpo y espíritu... Por ello, hijo mío, te exhorto a mantener fielmente, en cuerpo y espíritu durante toda tu vida, lo que tienes como carga... Que jamás te puedan reprochar la locura de la infidelidad, que jamás germine el mal en tu corazón hasta el punto de volverte infiel a tu señor, sea lo que sea. No creo que deba temerse una traición por tu parte ni por parte de los que sirven contigo... Así, pues, Guillermo, hijo mío, que has nacido de su raza, sé, como ya te he dicho, sincero, vigilante y útil hacia tu señor y el más pronto a su servicio; y en todos los asuntos que interesen al poder del rey, en el interior o en el exterior, aplícate, conságrate a mostrar tu prudencia en la medida de las fuerzas que Dios te ha dado. Lee las vidas y los pensamientos de los Santos Padres del pasado y en ellos encontrarás el modo como debes servir a tu señor y serle útil en todos los aspectos. Y cuando hayas encontrado cómo, aplícate a ejecutar fielmente las órdenes de tu señor. Considera también, y contempla a los que dan prueba de la mayor fidelidad, sirviéndole con perseverancia, y aprende de ellos el modo de servirlo.
En: Ganshof, F.L., El Feudalismo, Trad. de F. Formosa, Ariel, 7ª Ed., 1982 (1957), Barcelona, pp. 64 y s.